Las empresas que fabrican transformadores tienen producciones que normalmente pertenecen a la ETO (Engineer To Order). Produciendo por encargo presentan, por lo tanto, una criticidad relativa a la datación, necesaria para poder calcular y posteriormente comunicar las fechas de entrega del producto terminado al cliente. A esto se suma la necesidad de alcanzar el más alto nivel de servicio posible. Además de estas dos criticidades, a menudo existe un problema de WIP (Work In Progress) de proceso entre la operación de creación de los devanados y el posterior tratamiento térmico de los mismos. Cuando esto sucede, se intenta equilibrar la producción moviendo a las personas del bobinado a las bahías de montaje de las piezas activas. Hay que tener en cuenta que en estos casos el personal que se ocupa de la creación de los bobinados no es plenamente eficiente cuando está asignado a los muelles de montaje de las active parts.
Qué son los transformadores eléctricos
El transformador eléctrico es una máquina estática que, como su nombre indica, transforma la corriente de entrada modificando su tensión e intensidad, sin variar la potencia eléctrica.
Los transformadores tienen una función muy importante, ya que permiten el uso de cualquier tipo de electrodoméstico o herramienta eléctrica. Esto se debe a que la energía eléctrica que sale de las tomas de corriente normales tiene un voltaje estándar de 230 V, mientras que la mayoría de los circuitos eléctricos en los hogares funcionan con tensiones mucho más bajas. Los transformadores no se limitan a reducir los valores de la corriente, sino que la distribuyen con el valor de tensión más adecuado, permitiendo así el funcionamiento de los equipos eléctricos.
Las criticidades de la producción de transformadores eléctricos
La cadena de suministro en la industria de los transformadores es muy compleja debido a las características del producto en sí y a los mercados donde operan los proveedores de componentes, que tienen peculiaridades únicas y diferentes en comparación con otros sectores.
Bajo volumen de producción: la industria de los transformadores produce una media de 20.000 unidades al año, por lo que el mercado de componentes también se reduce y con un número limitado de compradores potenciales.
Producto a medida: los transformadores son casi siempre un producto creado a medida y optimizado en función del coste en ese momento de los diversos materiales utilizados. Como resultado, para muchos componentes no se mantienen existencias, que en cambio se fabrican por encargo. Esto acorta los plazos de entrega y aumenta la presión sobre la cadena de suministro, aumentando también los costes.
Proveedores pequeños: para la mayoría de los componentes, especialmente los de bajo valor, los mercados son locales o regionales. Esto limita el tamaño de las empresas, que suelen ser pequeñas empresas familiares. Esto conlleva una serie de problemas colaterales, como la falta de una estructura de gestión sólida, la dependencia de una sola persona, los riesgos relacionados con la sucesión, mayores riesgos relacionados con la calidad y la entrega…
Especificaciones técnicas exigentes: esto crea barreras relativamente altas para posibles nuevos entrantes y hace que sea más difícil y lento para los nuevos proveedores calificar para nuevos suministros.
Proveedores de componentes dictados por el cliente: es muy común que los clientes de los transformadores acepten un solo fabricante para un determinado componente. Esto crea un monopolio, complicando las cosas para los compradores que no tienen flexibilidad de abastecimiento.
Proveedores insuficientes en algunos mercados: los mercados de suministro muestran características diferentes en las diferentes regiones. Europa y China son dos regiones en las que hay muchos proveedores regionales para la mayoría de los componentes. Por el contrario, América del Norte, América del Sur y Australia tienen pocos proveedores en cada categoría y el nivel de competencia es muy bajo.
Proveedores potentes: a pesar de ser pequeños, algunos de los proveedores de componentes para transformadores pueden ser bastante potentes. Esto puede deberse al bajo nivel de competencia, a las especificaciones previas del cliente final o al número insuficiente de proveedores mencionado anteriormente. Esto no permite a las empresas productoras de transformadores imponer sus requisitos a los proveedores.
Poca visibilidad de la demanda: como se ha mencionado, debido a la personalización de la producción de los transformadores, antes de pedir los componentes hay que esperar a que se complete el proyecto. Una vez enviado al cliente para su aprobación, es bastante común que se soliciten modificaciones. Esto implica poca visibilidad de la demanda, dejando un tiempo bastante corto para el abastecimiento de materiales.
Prácticas artesanales: el transformador de potencia sigue siendo un producto artesanal con poca inversión en la automatización de su cadena de suministro, gastos no justificados por los bajos volúmenes y su característica de ser un producto a medida. Muchas empresas tratan cada transformador como un proyecto separado e inician el proceso de adquisición desde cero: envían solicitudes de oferta para cada componente principal, recogen ofertas de proveedores aprobados, gestionan las negociaciones, realizan pedidos de compra, esperan el tiempo de producción y organizan el envío individual de cada componente. Un proceso esencialmente largo.
Falta de comprensión del concepto de gestión de la cadena de suministro: muchas empresas no tienen un departamento responsable de la gestión de la cadena de suministro con todas las molestias que esto conlleva. Por ejemplo, sin un gerente que autorice las diversas decisiones, no hay control sobre el flujo de valor que atraviesa la cadena.
Fuerte cliente final: el 70% de los transformadores son adquiridos por empresas de servicios públicos, cada una con grandes volúmenes de compra.
Estas tienen la capacidad de dictar sus propias condiciones a los productores, aumentando la presión sobre la industria y limitando su flexibilidad.
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